Pintura de noche estrellada - Edición Zen

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Precio de oferta€249,99
Oferta especial limitada

- 50% en el 2º cuadro de tu elección en toda la tienda (todas las tallas combinadas).

Tamaño: Largo 120x70cm

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Entrega en Europa en 10-12 días laborables (¡La calidad lleva tiempo!)
El buen diseño es un derecho de todos.

Las ventajas excepcionales de nuestras mesas

Descubra cómo nuestras pinturas de vidrio acrílico de primera calidad transforman su espacio con reflejos sorprendentes, una ligereza excepcional y una durabilidad inigualable.

Resistencia excepcional

Nuestras pinturas de vidrio acrílico de primera calidad están diseñadas para resistir los golpes e impactos cotidianos , haciendo que cada obra sea prácticamente irrompible. Por ejemplo, pueden soportar caídas o golpes accidentales sin agrietarse ni romperse, lo que garantiza la durabilidad y conservación de su arte favorito.

Ligereza y maniobrabilidad

Nuestros tableros de vidrio acrílico son sorprendentemente livianos, lo que los hace fáciles de instalar y manejar. Nuestro gran formato de 120x70 cm pesa aproximadamente 3 kg, el de 140x80cm pesa 4,5 kg mientras que nuestro cuadro de tamaño mediano, de 160x90 cm , pesa sólo 5,5 kg. Incluso nuestro gran cuadro Prestige de 240x140 cm sigue siendo fácilmente manejable con un peso de 12 kg.

Impactante efecto de reflexión

Cada pintura de vidrio acrílico enriquece su espacio con su espectacular efecto de reflejo , intensificando los colores y agregando una dimensión deslumbrante al arte. Ya sea que la luz sea suave o brillante, se refleja maravillosamente para crear un juego de luces único, transformando su pintura en un verdadero punto focal visual.

Transforma tu espacio

Cada cuadro cuenta una historia, integra esta historia en tu entorno.

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Preguntas frecuentes

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La inspiradora historia escondida en este cuadro zen


Esta pintura zen meditativa es una invitación a explorar la tranquilidad y la serenidad interior. Inspirada en la atmósfera mística de una noche de meditación junto a un lago en calma, esta obra simboliza la perfecta armonía entre naturaleza y espíritu. En el centro, la estatua de Buda encarna la aspiración a la iluminación espiritual y la paz del alma, mientras que las flores de loto en plena floración representan la belleza fugaz del momento presente. El cielo nocturno, adornado con la Vía Láctea, añade una dimensión cósmica, evocando la profundidad del universo y nuestra conexión con él. El reflejo perfecto en el agua tranquila amplifica la sensación de equilibrio y armonía, proporcionando una experiencia visual casi hipnótica. Es una pintura que fusiona la majestuosidad del universo y la paz interior, evocando sentimientos de plenitud, contemplación y evasión.

Pintura de meditación: ¿qué efecto Zen en mi espacio vital?


Cuando este cuadro mural zen se integra en un espacio, tiene el poder de transformarlo en un remanso de paz. El efecto reflejado del agua y la armoniosa paleta de colores (tonos de rosa, violeta, azul y naranja) irradian una energía calmante. El Buda, de cara al horizonte, simboliza la búsqueda de la paz interior, aportando un toque de espiritualidad y profundidad a la estancia. Las montañas distantes y los árboles que bordean el lago añaden una perspectiva de calma y conexión con la naturaleza. Esta obra de arte mural zen encaja idealmente en un espacio habitable, creando una atmósfera propicia para la relajación, la meditación o incluso la concentración. Establece un equilibrio visual y emocional, promoviendo una sensación de bienestar y serenidad en toda la estancia.

¿Dónde colgar mi cuadro mural Zen para una decoración armoniosa?


Esta pintura zen abstracta encuentra naturalmente su lugar en ambientes dedicados a la relajación y la introspección. En un espacio de meditación o sala de yoga, establece un aura de calma y espiritualidad, inspirando un momento de reenfoque y contemplación. En un salón se convierte en pieza central de la decoración, aportando un toque de elegancia y armonía al espacio. Colgándolo en un dormitorio, se crea un capullo de relajación, ideal para favorecer un sueño tranquilo y reparador. El cuadro artístico Zen también encaja perfectamente en una oficina, donde nos recuerda la importancia del equilibrio entre trabajo y bienestar. Esta obra, con su composición equilibrada y colores relajantes, enriquece cada espacio con su presencia zen y sofisticada.